Las posibles concesiones territoriales que EE. UU. pudiera hacer a Rusia fue justamente una de las grandes preocupaciones de Ucrania frente a la pasada cumbre en Alaska y si bien, de momento, resultó ser un alivio que así como la cumbre Trump-Putin terminó sin ningún acuerdo también concluyó sin ninguna concesión de ese tipo, Moscú no claudica en sus ambiciones territoriales.
Se trata de las provincias de Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporizhia, en el sur. El Kremlin hace esa exigencia pese a que las tropas invasoras no controlan completamente esos territorios. Las fuerzas rusas controlan el 75% de Donetsk, el 99% de Lugansk, el 69% de Jersón y el 73% de Zaporizhia.
Actualmente, Rusia ocupa alrededor del 19% del territorio ucraniano.

Para Ucrania es innegociable. Retirar a sus hombres de allí representa dejar en vano las muertes de miles de hombres en sus filas que por más de tres años han luchado para mantener las fronteras de su país y, por supuesto, perder grandes franjas de territorio y con ello su soberanía.
Pero Putin no quita el dedo del mapa imaginario que aspira “recuperar”, ya que reiteradamente se ha mostrado como un nostálgico de la desaparecida Unión Soviética y en aras de los que considera una geografía histórica ha llegado, incluso, a declarar que toda Ucrania le pertenece, debido a que “rusos y ucranianos son un mismo pueblo”. Palabras en las que no reconoce a su vecino como una nación independiente, al tiempo que sigue destruyendo su territorio y aumentando las víctimas mortales.
Este es uno de los mayores puntos de fricción y desafíos que difícilmente se pueden resolver. El pasado 15 de agosto, Putin aseguró que está dispuesto a llegar a un acuerdo de tregua, pero siempre y cuando se resuelvan las “causas fundamentales” del conflicto. Y para el hombre que ha gobernado Rusia por más de 20 años, esas razones abarcan los territorios que reclama y los supuestos perjuicios que Kiev causaría con sus decisiones políticas y militares con las que por años ha buscado acercarse a Occidente y alejarse del dominio ruso. Con ello, sus aspiraciones de pertenecer tanto a la OTAN como a la Unión Europea.
Fuente: France24.com